lunes, 5 de enero de 2015

Técnicas básicas de Orientación

1. Relacionar los símbolos del mapa con los elementos del terreno. Para ello es imprescindible saber dónde nos encontramos dentro del mapa. Comenzaremos en parado y luego podremos ir haciendo un “recorrido guiado”.


2. Conocer siempre dónde estoy. Es muy importante saber con exactitud dónde me encuentro dentro del mapa. Si nos descuidamos nos perderemos y tendremos que invertir un buen rato en “reubicarnos”, técnica auxiliar más difícil y que requiere unos minutos.

3. Orientar el mapa. Orientar un mapa es “colocarlo de tal modo que los elementos lineales del mapa resulten paralelos a sus homólogos del terreno”, es decir,  moverlo hasta que el mapa “encaje” con el terreno.




4. Seguir elementos guía y planificar el recorrido. Para ir de un punto de control al siguiente hemos de ayudarnos de elementos lineales (carreteras, caminos, sendas, tendidos eléctricos, arroyos, vaguadas, etc). Pero a veces para llegar al próximo control debemos tomar referencias puntuales como edificaciones, árboles aislados, claros en el bosque, cortados, cotas, etc. El orientador debe siempre planificar el itinerario que va a seguir en cada tramo (trayecto de un control al siguiente).




5. Estimar distancias. Teniendo en cuenta la escala a la que viene el mapa y usando la reglita que incorpora la brújula, podemos calcular sobre el mapa la distancia real que separa dos puntos de control o dos elementos cualesquiera.

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